Lo que Pablo enseñó
Pablo predicó el reino de Dios a los gentiles. No obstante, algunos creen que él predicó un evangelio “diferente” — una vez más, ignorando que fue Pablo quien pronunció una maldición sobre cualquiera que hiciera tal cosa (Gal. 1:8-9). Si bien predicó el reino de Dios, observe en estas dos citas que se muestran a continuación en el libro de Hechos, que él no descuidó el papel de Cristo tocante al proceso de salvación.
Primeramente, Hechos 19:8 establece cuál evangelio predicó él: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios”. En muchas de sus epístolas, les enseñó acerca del reino, a las congregaciones gentiles. Su mensaje fue siempre el mismo. Pablo continuamente predicó, enseñó y se refirió al reino de Dios.
Después, Pablo declara en Hechos 20:25, 21: “… he pasado predicando el reino de Dios… acerca del arrepentimiento para con Dios, Y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”. Él predicó el mismo evangelio tanto a judíos como a gentiles.
Ahora observe que en Hechos 28:30-31 dice: “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo”.
¡Lucas, el autor del libro de los Hechos, marca la diferencia entre predicar sobre el reino de Dios y predicar acerca de la persona de Jesucristo! ¡Aun cuando ambos aspectos son de vital importancia, evidentemente son temas separados!
En Hechos 8:12, Felipe, el diácono; también predicó acerca de estos dos mismos temas: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”. Aquí vemos que Felipe no solamente predicó acerca del reino de Dios, sino que también diferenció la enseñanza acerca del papel de Jesucristo. Recuerde que el mensajero no es la esencia del mensaje.
Observe que estas personas en Samaria únicamente fueron bautizadas después de que “creyeron” en el mensaje verdadero — y no en alguna idea humana al respecto. Además, el nombre de Cristo se enseñó como un importantísimo, pero adicional entendimiento.
Jesús no es el evangelio. Sin embargo, va directamente de manera paralela al verdadero evangelio y cuando regrese y establezca su reino, gobernará al mundo entero. ¡No pierda esto de vista!
Finalmente, considere otro versículo donde Pablo mismo hizo una distinción entre el evangelio y lapersona de Cristo. II Corintios 11:4 contiene esta enérgica advertencia: “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado…u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis. Pablo quería que los Corintios rechazaran a los falsos maestros y que se sostuvieran en lo que Él les había enseñado. El punto aquí es que Pablo distingue entre la enseñanza de un falso Jesús y la de un falso evangelio. Estos son — y siempre han sido — dos temas separados.
Algunos se confunden cuando leen I Corintios 15:1-4, y deducen que Pablo se contradice a sí mismo respecto a los otros pasajes que hemos visto al declarar que “el evangelio” (vs. 1) es “que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día” (vs. 3 y 4). Simplemente observe de manera sencilla, cómo el versículo 1 hace referencia a “el evangelio”, y que no está en contexto con la muerte de Cristo por nuestros pecados y con su sepultura (vs. 3 y 4). Leerlos de manera cuidadosa nos arroja este entendimiento. ¡Al comprenderlos correctamente, en lugar de decir que Cristo es el evangelio, este pasaje confirma lo opuesto, y respalda las citas en Hechos 8:12, 20:21-25, 28:31 y 2 Corintios 11:4!
Puesto que Jesús predicó “arrepentíos y creed el evangelio”, debe ahora ser claro por qué. Su papel siempre debe predicarse de manera conjunta con el reino de Dios, porque uno no puede entrar al reino a menos que comprenda y acepte que “Cristo murió por nuestros pecados” y que esa persona se ha arrepentido de ellos.
Pregúntese usted mismo: ¿Si Cristo ES el evangelio — es el reino de Dios — entonces por qué hablaron (cuatro veces) Pablo y Felipe acerca de esto como dos temas separados?
Todos los apóstoles predicaron este mismo evangelio
¿Qué evidencia hay de otros autores del Nuevo Testamento que predicaron este mismo mensaje? ¡Existe una evidencia descomunal!
El apóstol Pedro también predicó acerca del reino de Dios: “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro. 1:11). De manera semejante lo hizo el apóstol Santiago: “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2:5).
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