Una fuerte advertencia de no pervertirlo
El presente tema es tan importante, que Dios inspiró al apóstol Pablo a dar esta advertencia a los Gálatas de esa época y ahora, a nosotros:
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quierenpervertir el evangelio de Cristo. Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaren otro evangelio diferente del que os hemos predicado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si algún hombre os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gal. 1:6-9).
¡Esta es una declaración muy directa — y una fuerte advertencia para todos los que la lleguen a considerar!
Un poco más adelante, Pablo enfatizó su esperanza en que la “verdad del evangelio permaneciese con vosotros” (2:5). ¡Así que hay un sólo evangelio verdadero — y todos los otros son falsos!
Aunque algunos afirman que Pablo enseñó un evangelio adicional o diferente, es claro que él jamás lo hizo. Irónicamente, Dios usó a Pablo para que pronunciara una maldición sobre cualquier hombre, ángel o incluso un apóstol — que violase esta orden — y que advirtiera en contra de aquellos que enseñaran tales falsas enseñanzas; “Mas si aun nosotros [apóstoles]…os anunciamos otro evangelio diferente…sea anatema” (Gal. 1:8).
¡Qué escritura — y ADVERTENCIA — tan contundente!
Pablo explicó que a los apóstoles, se les fue encomendado por Dios preservar el verdadero evangelio. Note que en I Tesalonicenses 2:4 dice: “Sino que según fuimos aprobados (los apóstoles) por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”.
Esta es una responsabilidad que no se debe tomar a la ligera. Los verdaderos ministros siempre deben enseñar lo que Dios ordena — no lo que agrade a los hombres (incluyendo a los “eruditos” de la Biblia). Así que no es posible ninguna afirmación de que Pablo enseñó un evangelio diferente o un segundo evangelio (casi siempre acerca de Cristo o de “paz”). ¡Si él hubiese hecho esto, literalmente estaría pronunciando una maldición sobre sí mismo!
Fue profetizado que Jesús traería el evangelio
En el Antiguo Testamento, se profetizó que Jesús vendría como un mensajero. Note lo que expresa Malaquías 3:1: “He aquí, Yo envío a Mi mensajero [Juan el Bautista], el cual preparará el camino delante de Mí (Cristo): y vendrá súbitamente el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros”.
Cristo era el “mensajero” del evangelio, no el mensaje acerca de su persona. Y su mensaje es realmente la médula — la pieza central — a lo largo de toda la Biblia.
Ahora compare el pasaje de Malaquías con Lucas 16:16: “La ley y los profetas eran hasta Juan [únicamente las escrituras del Antiguo Testamento se habían predicado anteriormente]; desde entonces el REINO DE DIOS es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”. Recuerde que en el libro de Marcos; Cristo predicó el “reino de Dios” y lo llamó el evangelio.
Lo que significa el término: “Evangelio”
La palabra evangelio en castellano, proviene del latín, evangelĭum, y que a su vez se origina del vocablo griego, evangelion (εὐαγγέλιον), que significa buenas nuevas. De igual forma la palabra reino, simplemente significa “gobierno”. Por tanto; es correcto decir que Cristo predicó “las buenas nuevas del gobierno de Dios”.
Aprenderemos el qué, quién, cuándo, dónde, por qué, y el cómo éstas buenas nuevas se relacionan con las más grandes profecías de la Biblia.
El reino de Dios es el tema dominante no solamente del Nuevo Testamento, sino de la Biblia entera. No obstante, por increíble que parezca, muy pocos saben algo o nada acerca del evangelio. Los ministros del mundo olvidan o jamás predican este evangelio. ¡Por consiguiente; virtualmente todo el mundo está en completa ignorancia de la única y más grande verdad descrita en la Palabra de Dios!
¿En cuántas ocasiones se nombra en la Biblia?
La palabra evangelio se encuentra poco más de 100 veces en la Biblia. Algunas ocasiones se menciona de manera aislada y algunas otras le sigue la frase: “del reino”. Otras veces incluye “del reino de Dios” o de la frase equivalente “del reino de los cielos”.
Notemos que dice: “de los cielos”, no “en el cielo”. Es el reino de los cielos y hay una gran diferencia entre ambas frases. Cuando decimos el reino de Dios la preposición significa que proviene de Él — y no que el reino de Dios está en Él — lo mismo aplica cuando decimos el reino (desciende) de los cielos y no que el reino estará en el cielo.
¡Haga suyo este punto crucial!
A lo largo del Nuevo Testamento, la palabra “reino” se menciona 27 veces; “el reino de Dios”, 75 veces y en 34 ocasiones, “el reino de los cielos”; todas estas expresiones claramente significan lo mismo y nos enfocan al mismo fin.
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