Somos Mas Que Vencedores por medio de aquel que nos amo.Rom .8:37
viernes, 28 de febrero de 2014
ENSENANZAS: TEMA 1.4. LOS DISCIPULOS EN EL EVANGELIO DE JUAN
1.4. Los discípulos en el evangelio de Juan
En el evangelio de Juan los discípulos se identifican
prácticamente con los creyentes. La distinción que hacen los Sinópticos entre
diversos grupos de seguidores de Jesús (los Doce, otros discípulos, la gente)
no es tan clara en Juan. El grupo de los Doce sólo aparece en un pasaje a lo
largo de todo el evangelio (Jn 6,70-71), y no es representativo de la visión
joánica del discipulado. El discípulo ideal no es Pedro, sino el Discípulo
Amado, que es presentado como modelo de fe en Jesús (Jn 20,3-9. 20-21). Los
discípulos son, ante todo, los que creen en Jesús (Jn 2,11), y todo el que está
unido a él por la fe es un discípulo (Jn 15,1-8).
Esta visión de los discípulos refleja más la situación de
la comunidad de Juan, que la experiencia histórica de los primeros seguidores
de Jesús. Los discípulos de Jesús, en cuanto modelo de la comunidad joánica,
siguen a lo largo del evangelio un proceso de iniciación que les conducirá al
conocimiento pleno y a la fe. Las dos primeras secciones del evangelio
presentan, sucesivamente, el proceso de fe de los discípulos (Jn 1,19-2,11), y
las actitudes de algunos personajes representativos (Jn 2, 12-4, 54). A partir
de entonces, los que han creído en Jesús vivirán junto a él un proceso de
enfrentamiento y diferenciación con respecto a "los judíos" (Jn
5-12). Esta confrontación los preparará para una intensa iniciación (Jn 13-17),
que culminará con la manifestación de Jesús y la efusión del Espíritu (Jn 20).
El momento en que mejor se expresa la concepción que Juan
tiene del discipulado es la larga sección en torno a la cena de despedida de
Jesús, que es propia de este evangelio (Jn 13-17). Jesús se encuentra sólo con
sus discípulos y va guiándoles a través de un proceso de iniciación que pasa
por diversas fases. A lo largo de este proceso van apareciendo los rasgos
característicos del discípulo: un amor como el de Jesús, la unión íntima con él
y con el Padre, y sobre todo la posesión del Espíritu. El Espíritu, prometido
aquí repetidas veces e infundido en ellos después de la resurrección (Jn
20,19-23), es quien les quien les mantiene unidos a Jesús y les ayuda a
entender sus signos y sus enseñanzas.
ENSENANZAS : TEMA 1.3. LOS DISCIPULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS
1.3. Los discípulos en el evangelio de Lucas
También Lucas matizó y suavizó la visión que Marcos tenía
de los discípulos, y lo hizo con los mismos recursos que Mateo: introduciendo
retoques redaccionales en los textos de Marcos, incluyendo los dichos de Q, e
incorporando tradiciones propias. La visión lucana puede apreciarse, también en
este caso, a través del relato de la pasión de Jesús y de los acontecimientos
pascuales. La presentación que Lucas hace de los discípulos es mucho más
respetuosa. Ni siquiera se menciona el hecho de que abandonaron a Jesús, y la
negación de Pedro es mucho menos dramática. Lucas la ha cambiado de lugar (Lc
22,54-62), para que el discípulo pueda acompañar a Jesús con las lágrimas del
arrepentimiento. La ampliación de las apariciones a los discípulos (Lc 24) es
también un signo de esta nueva visión.
Lucas contempla la relación de los discípulos con Jesús
desde una perspectiva diferente a la de Mateo y Marcos. Su comunidad no se
encuentra acosada por un grupo judío que la cuestiona, sino insertada en un
mundo pagano, que puede acabar disolviendo lo más genuino del mensaje
cristiano. Desde esta situación, lo que más valora y subraya en los discípulos
es la radicalidad de su seguimiento: su respuesta a Jesús, la disposición a
seguirle aunque para ello sea necesario renunciar a todo. Lucas concibe el
discipulado como un proceso que se vive junto a Jesús camino de la cruz. La
construcción más original de su evangelio desde el punto de vista literario, la
sección del viaje a Jerusalén que abarca casi diez capítulos (Lc 9,51-19,28),
es en realidad una pausada instrucción sobre el sentido y las exigencias del
discipulado. No es casual que Lucas haya colocado al comienzo de este viaje una
sección, tomada básicamente de Q, que trata sobre el seguimiento y la misión
(Lc 9,57-10,24). En la visión de Lucas, discípulo es aquel que acepta dejarlo
todo para seguir a Jesús y vivir según la radicalidad de sus enseñanzas.
ENSENANZAS: TEMA 1.2. LOS DISCIPULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO
1.2. Los discípulos en el evangelio de Mateo
La imagen de los discípulos que encontramos en primer
evangelio es mucho más positiva que la de Marcos. Mateo ha matizado y corregido
algunos detalles en los textos que ha tomado de Marcos, pero además ha incluido
en su evangelio algunas instrucciones acerca del discipulado procedentes de Q,
así como tradiciones que no se encuentran en ningún otro evangelio. Basta
comparar el final de ambos evangelios para hacernos una idea de estas
diferencias. El de Marcos terminaba originalmente de una forma enigmática (Mc
16,8), que deja en una situación comprometida a los Doce. Sin embargo, en Mateo
los Doce son invitados por Jesús repetidamente a un encuentro en el que
quedarán rehabilitados, y Jesús les encargará una misión de horizontes
universales (Mt 26,32; 28,7.10.16).
En la visión que Mateo tiene de los discípulos —lo mismo
que en su visión de Jesús— la época anterior a la Pascua y la posterior se
funden, de modo que los discípulos son, al mismo tiempo, un reflejo de la
experiencia vivida junto al Jesús terreno, y de la relación que luego tuvieron
con el Resucitado. Lo que mejor les caracteriza no es la incomprensión como en
Marcos, sino la poca fe. Esta actitud aparece en un pasaje muy representativo
de la visión que Mateo tiene de los discípulos: aquel en que Pedro intenta ir
caminando hacia Jesús sobre las aguas (Mt 14,28-31). Lo que le pasa a Pedro en
este relato (quiere ir hacia Jesús, vacila ante las dificultades, es salvado
por él) es lo que viven los discípulos en la comunidad de Mateo. Jesús les dice
a ellos lo mismo que le dice a Pedro: "Hombre de poca fe, ¿por qué has
vacilado?".
En esta situación es
importante que los discípulos cultiven dos actitudes: la fe en Jesús, y la
capacidad de comprender sus enseñanzas. Estas son, de hecho las dos cualidades
que mejor caracterizan al discípulo ideal en el evangelio de Mateo. Detrás de
esta insistencia puede entreverse la situación hostil en que vivía su
comunidad, acosada por el Judaísmo Fariseo, que cuestionaba constantemente su
confesión de fe en Jesús, y discutía su interpretación de la Ley de Moisés. La
insistencia en la necesidad de la fe, que determina la redacción mateana de los
relatos de milagros, y la larga instrucción dirigida a los discípulos en el
Sermón del Monte (Mt 5-7) responden a esta intención de fortalecer la fe de los
discípulos y proporcionarles una interpretación autorizada de la LeyENSENANZAS : TEMA I.I. LOS DISCIPULOS EN EL EVANGELIO DE MARCOS
1.1. Los discípulos en el evangelio de Marcos
La actuación de los discípulos en el evangelio de Marcos
está marcada por el contraste. En muchos pasajes, sobre todo en la primera
mitad del evangelio (Mc 1,14-8,26), los discípulos aparecen bajo una luz
positiva, pues responden con prontitud a la llamada de Jesús, le acompañan en
todo momento, escuchan sus enseñanzas y son testigos de sus signos, comparten
su estilo de vida y las críticas que suscita. De entre ellos Jesús escogió a un
grupo de Doce (Mc 3,13-19), para que le acompañaran y para enviarlos a predicar
el mismo mensaje que él anunciaba (Mc 6,7-13).
Sin embargo, a medida que avanza el relato, va emergiendo
una imagen negativa de los discípulos, que se caracteriza por la incomprensión.
Los primeros indicios de esta actitud aparecen en la llamada sección de los
panes (Mc 6,6b-8,26), en la que los discípulos parecen no comprender qué es lo
que Jesús quiere decirles. Esta incomprensión se hace más explícita en la
sección siguiente (Mc 8,27-10,52), en la que repetidamente manifiestan su
incapacidad para entender el camino de Jesús hacia la cruz, y se niegan a
aceptar que ser discípulos implica seguirle en este mismo camino de entrega y
servicio. Finalmente, toda esta incomprensión y rechazo de los discípulos llega
a su culmen en la pasión, cuando uno de los Doce le entrega, el resto le
abandona, y Pedro niega conocerle (Mc 14,43-47. 50. 66-72).
Es muy probable que este contraste de actitudes refleje
en cierto modo las contradicciones que de hecho vivieron los discípulos de
Jesús, pero es evidente que Marcos ha acentuado los rasgos negativos. La razón
por la que lo hizo es todavía un asunto discutido, pero es probable que le
hayan guiado intenciones catequéticas. El principal escollo en el que tropiezan
los discípulos es la aceptación de la cruz de Jesús y las consecuencias que
ésta tiene para ellos. Es probable que Marcos se esté dirigiendo a una
comunidad que ve a Jesús, sobre todo, en su dimensión triunfante y gloriosa
(Mesías, Señor), pero tiene dificultades en aceptar su dimensión sufriente
(Hijo del hombre). A través de los discípulos, Marcos les propone un camino
para relativizar lo primero y asumir vitalmente lo segundo. En este proceso es
decisivo el papel que desempeñan las discípulas. Ellas, que han estado ocultas
a lo largo de todo el relato, aparecen en el momento de la pasión, como
testigos de su cruz y sepultura (Mc 15,40-41. 47), y por eso serán ellas las
primeras en conocer que Jesús ha resucitado (Mc 16,1-8). Al final del relato,
el lector de Marcos tiene la impresión de que estas mujeres, y no los Doce, son
el modelo de discipulado que el evangelista propone a su comunidad.
ENSENANZAS PARA SER APLICADA EN LA VIDA DE UN CRISTIANO : DISCIPULADO PARTE I COMO ERAN LOS DISCIPULOS DE JESUS.
Discipulado
SUMARIO: 1. Los discípulos de Jesús en los evangelios.
1.1. Los discípulos en el evangelio de Marcos. 1.2. Los discípulos en el
evangelio de Mateo. 1.3. Los discípulos en el evangelio de Lucas. 1.4. Los
discípulos en el evangelio de Juan. - 2. Tradiciones históricas sobre el
discipulado en los evangelios. 2.1. Tradiciones históricas en Marcos. 2.2.
Tradiciones históricas en Q. 2.3. Tradiciones históricas en el resto de las fuentes.
-3. El discipulado en el círculo de Jesús. 3.1. Discípulos, seguidores y
simpatizantes de Jesús. 3.2. Los discípulos son testigos de lo que Jesús hace y
dice. 3.3. Los discípulos comparten el estilo de vida de Jesús. 3.4. Los
discípulos comparten el destino de Jesús.
Jesús llamó a algunos de sus seguidores para que le siguieran y se convirtieran en discípulos suyos (véase: Vocación III, 3). Según los evangelios, ser discípulo consiste en "seguir a Jesús" (Mc 1,18), "ir detrás de él" (Mc 1,20) o "estar con él" (Mc 3,14). Ser discípulo implica, por tanto, una relación dinámica con Jesús.
El discipulado fue un elemento central en el ministerio
de Jesús. Su actuación, su forma de vida y sus enseñanzas tuvieron como
primeros destinatarios al grupo de estos discípulos más cercanos, que
observaban, aprendían, preguntaban... Los discípulos desempeñaron también un
papel decisivo en la continuidad de su proyecto, pues fueron ellos quienes
conservaron la tradición sobre Jesús y quienes difundieron su
mensaje. La centralidad del discipulado se manifiesta también en la importancia
que tuvo el recuerdo de aquellos seguidores de Jesús para las primeras
comunidades. Los evangelios, que fueron escritos en la segunda generación
cristiana, reflejan esta preocupación. En ellos encontramos diversos retratos
de los discípulos, determinados, en parte, por la situación y las
preocupaciones de las comunidades en las que nacieron.
1. Los discípulos de Jesús en los evangelios
Los discípulos son, junto con Jesús, los personajes más
importantes de los evangelios. En muchos aspectos, las noticias que los
evangelistas nos ofrecen acerca de ellos coinciden básicamente. Así, por
ejemplo, todos ellos están de acuerdo en que Jesús llamó a sus primeros
discípulos al comienzo de su actividad pública. También están de acuerdo en que
le acompañaron en todo momento y fueron testigos de lo que hacía y enseñaba, y
coinciden en que a veces les explicaba algunas cosas sólo a ellos. Los cuatro
evangelios concuerdan también en que estos discípulos vivieron algunos momentos
de crisis en su seguimiento, y que cuando llegó el momento de su pasión la
mayoría de ellos lo abandonaron.
Sin embargo, junto a estas coincidencias básicas,
encontramos que los evangelistas difieren en aspectos importantes a la hora de
presentar a los discípulos. Las diferencias más notables son las que existen
entre los Evangelios Sinópticos (Mt, Mc y Lc) y el evangelio de Juan. Según los
Sinópticos, Jesús llamó a sus primeros discípulos en Galilea, mientras que
según Juan esta llamada tuvo lugar en Judea. Tampoco se ponen de acuerdo a la
hora de identificar a aquellos discípulos (Juan: Felipe, Natanael; Sinópticos:
Santiago, Juan, Leve. Ni siquiera los Evangelios Sinópticos coinciden del
todo en su visión de los discípulos, y cuando se comparan los pasajes que
hablan de ellos, se observa que Mateo y Lucas han modificado notablemente los
textos de Marcos, creando así distintas imágenes de los discípulos y diversos
modelos de discipulado.
Los evangelistas trataron de ser fieles a la tradición
que les habían transmitido los cristianos de la primera generación, pero al
mismo tiempo estaban interesados en que aquella tradición iluminara la
situación que estaban viviendo sus comunidades. Las coincidencias muestran la
fidelidad a la tradición recibida; mientras que los acentos propios reflejan su
preocupación por lo que estaba pasando en sus comunidades. La riqueza de los
evangelios consiste en haber incluido la experiencia de las dos primeras
generaciones cristianas, en las que se vivió de formas diversas el proyecto
iniciado por Jesús. Vamos a detenernos ahora en la presentación que cada uno de
los evangelios hace de los discípulos. Será necesariamente una exposición
breve, que nos servirá para distinguir entre redacción y tradición. De este
modo podremos identificar mejor las tradiciones históricas subyacentes y
describir con más precisión los contornos del discipulado tal como lo entendió
Jesús y lo vivieron sus primeros discípulos.
jueves, 27 de febrero de 2014
ENSENANZAS Y APLICACION A LA VIDA DE TODO CRISTIANO TEMA: JESUS LES DIJO A SUS DISCIPULOS
Evangelio según San Marcos 9,41-50.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al lago de fuego, tortura eterna, al fuego inextinguible.
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al lago de fuego, tortura eterna..
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lago de fuego, tortura eterna.
donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque cada uno será salado por el fuego.
La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al lago de fuego, tortura eterna, al fuego inextinguible.
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al lago de fuego, tortura eterna..
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lago de fuego, tortura eterna.
donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque cada uno será salado por el fuego.
La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».
ENSENANZAS Y APLICACION EN LA VIDA DE UN CRISTIANO TEMA : QUE ES EL EVANGELIO?
¿Qué es el Evangelio?
El evangelio es la comunicación singular más importante de Dioscon el hombre. En Jesús, el cual es Dios el Hijo, tenemos la revelación del amor de Dios y el sacrificio que nos salva del justo juicio de Dios sobre los pecadores.
Si Ud. todavía no es cristiano y quiere saber cómo ser perdonado de sus pecados y seguir a Cristo, o sólo siente curiosidad de saber lo que es el evangelio cristiano, entonces, esto es para Ud.
La Biblia en 1ª Corintios 15:1-4, nos dice lo que es el evangelio:
- “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por le cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer días, conforme a las Escrituras;”
La Biblia dice que todos somos pecadores:
- Romanos 3:23: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."
Esto significa que todos hemos ofendido con nuestros pecados a Dios. Todos hemos quebrantado Su ley; por lo tanto, somos culpables de haber pecado. Debido a esto:
- Estamos separados de Dios:
- Isaías 59:2: "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
- Muertos en nuestros pecados:
- Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
- Efesios: 2:3: “entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
- No podemos complacer a Dios:
- Romanos 3:10-11: “Como está escrito: ‘No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.”
- Sufriremos condenación:
- 2ª Tesalonicenses 1:9: “los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,”
- El único camino para escapar de este juicio es recibiendo a Cristo al creer en lo que Él hizo en la cruz:
- Juan 14:6: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.’”
- Hechos 4:12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
- 1ª Pedro 2:24: “quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Debido entonces a que somos pecadores, somos incapaces de remover la culpa de nuestros pecados a través de nuestros propios esfuerzos:
- Gálatas 2:21 dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”
La Ley es el hacer y el no hacer de la conducta moral. En otras palabras: no podemos llegar a ser justos por lo que hacemos. ¿Por qué? Porque estamos muertos en nuestros delitos y pecados. (Ef 2:3). Esto significa que como no podemos quitar nuestros pecados; Dios lo hace por nosotros.
Jesús es:
- Dios en carne
- Juan 1:1: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios.”
- Juan 1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
- Juan 8:58: “Jesús les dijo: ‘De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.’”
- Colosenses 2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”
- Él llevó nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz. (1 P 2:24).
- Él murió en nuestro lugar; pagando la pena por quebrantar la Ley de Dios la cual tendría que haber caído sobre nosotros. Él satisfizo la ley de Dios el Padre al morir en la cruz.
Es sólo a través de Jesús que podemos escapar de la pena que Dios ejecutará sobre todos aquellos que han roto esta santa y perfecta ley. ¿Quiere Ud. ser salvo del justo juicio de Dios? Si es así, si quiere convertirse en cristiano y seguir a Dios, entonces debe entender que Ud. ha pecado contra Dios y que está bajo Su juicio. Ud. deberá mirar a Jesús el cual murió en la cruz y creer en lo que hizo para que sea perdonado de la sentencia que pesa sobre Ud. y sea salvo del juicio de Dios. Esto se lleva a cabo sólo por la fe en lo que Jesús ha hecho. Ud. no puede pretender agregar su sinceridad ni tampoco sus obras humanas a lo que ya Jesús hizo.
Primero, tenga en cuenta el costo
Jesús dijo: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” (Lc 14:28). Jesús nos dice que calculemos los gastos. El costo de convertirse en un cristiano puede ser algunas veces sumamente alto. En algunas partes del mundo, esto puede costarle la vida. En Estados Unidos y en muchos países de habla hispana, no es tan peligroso. Aún así, si Ud. se convierte en un cristiano, Dios tomará su decisión seriamente. Él trabajará en su corazón y su vida para cambiarlo y hacerlo más como Él. Algunas veces este es un viaje fácil y en otros momentos puede ser difícil. Pero esto es lo que significa convertirse en un cristiano: dejar que Dios trabaje en su vida y continuar este trabajo en su vida después de que ha sido salvo.
Reciba a Cristo
Si Ud. desea recibir a Cristo le ofrecemos la siguiente oración como ejemplo. Esta no es una fórmula mágica,es simplemente una representación de lo que significa creer en Cristo:
“Jesús: vengo a ti a confesar que soy un pecador, que he mentido, que en mi corazón hay maldad y que he quebrantado tu palabra. Perdona mis pecados. Creo en lo que has hecho en la cruz y te recibo. Límpiame de mi pecado y se el Señor de mi vida. Creo completamente en el perdón de mis pecados y no coloco mi confianza en mis propios esfuerzos de justicia. Señor Jesús: por favor, sálvame.”
Dígale a otros de su entrega a Jesús. La Biblia dice que, “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo, 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Ro 10:9-10).
jueves, 20 de febrero de 2014
TEMA: CUAL ES EL VERDADERO EVANGELIO DE JESUS?PARTE 6
Uno debe nacer de nuevo para entrar al reino
Pablo escribió que Jesús, después de su resurrección, se convirtió en “el primogénito de entre los muertos” (Col. 1:18), y “para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos”
(Rom. 8:29). Cuando son relacionados estos dos versículos, muestran que Cristo es el primogénito de entre los muertos y que muchos otros le seguirán más adelante. ¿Pero cuándo — y dentro de qué — nacerán estos otros?
En Juan 3:3, Cristo le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto (esto significa verdaderamente) te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. El versículo 6 continúa diciendo: “Lo que es nacido de la carne, carne ES; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu ES”.
Crea lo que este versículo claramente dice. ¡Uno debe transformarse en espíritu para entrar al reino de Dios!
Pablo también escribió, “la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (I Cor. 15:50). Los siguientes dos versículos explican que la resurrección ocurrirá en la Séptima (y última) Trompeta, cuando “los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos transformados”.
La resurrección de los muertos ocurrirá cuando Cristo regrese. No debe haber malos entendidos con respecto a este gran evento. Las personas que una vez fueron seres humanos carnales serán transformadas en espíritu — nacerán de nuevo — y entrarán en el reino de Dios.
Juan 4:24 declara que “Dios es Espíritu”. Cristo dirigirá su reino bajo la autoridad del Padre, el cual estará compuesto de seres espirituales resucitados. A su regreso, Cristo como un miembro de la Familia de Dios, tendrá muchos “hermanos y hermanas” menores, quienes habrán calificado para gobernar con Él en su reino.
Existe el reino vegetal, un reino animal, reinos humanos y el reino angelical. Y también existe el reino de Dios.
Notemos en Génesis 1:26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme aNuestra semejanza”. Refiriéndose a ellos mismos, el que habla dice, “Nosotros”, “Nuestra”. Este versículo revela que existe más de un ser divino en la deidad. ¡De hecho, hay dos! En esta escritura, la palabra hebrea para Dios es Elohim. Este es un sustantivo plural como grupo, equipo, comité o familia; y todos estos términos representan una entidad, compuesta por varias personas.
Por lo tanto, la Biblia enseña que existe un Dios, conformado por dos Personas — el Padre y Cristo — con muchos otros hijos que serán añadidos posteriormente. La primera vez que Dios añadirá más hijos a su Familia, será cuando el reino de Cristo sea establecido.
Para ese entonces, “muchos hijos serán llevados a la gloria” a través del trabajo del “Capitán de nuestra salvación” (Heb. 2:10). El versículo 11 declara que Cristo “no se avergüenza de llamarlos hermanos” — siendo Cristo nombrado el “primogénito” de todos ellos.
¿Puede usted ver lo que aquí se describe? La meta de un verdadero cristiano — su destino — esnacer dentro del venidero reino (o gobierno) de Dios, como seres espirituales que gobernarán bajo Cristo. ¿Qué podría ser más maravilloso — más glorioso — para un cristiano, que esperar esto en un futuro próximo?
Existen condiciones para entrar en el reino
Cristo le dijo al joven rico que le preguntó acerca de la vida eterna, “…si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mat. 19:17). Jesús explicó que debemos guardar los Diez Mandamientos;mencionando específicamente a cinco de ellos en el pasaje.
En Romanos 6:23, Pablo escribió, “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Ahora permítame explicarle: Usted recibe un salario por su trabajo. Estos salarios constituyen la paga por el trabajo que usted ha realizado. Los salarios son algo que usted se gana. La muerte es lo que todos nos hemos “ganado” — ¡por haber pecado! Si Cristo no hubiera pagado por esta pena, el último “cheque de pago” que todas las personas recibirían, sería la muerte — la última “papeleta endosada”. Por otra parte, la salvación es una dádiva. Algo que usted no puede ganarse.
¿Pero, qué es el pecado? Puesto que cometerlo tiene como resultado la muerte, ¿acaso no debiera saber usted lo que significa? I Juan 3:4 dice: “el pecado es infracción de la ley”. Esta es la misma ley que se le dijo al joven rico que debía obedecer para heredar la vida eterna.
Recuerde las palabras de Cristo en Marcos 1:15: “Arrepentíos, y creed en el evangelio”. Uno se debe arrepentir del pecado (Hechos 3:19) — por quebrantar la ley espiritual de Dios. Un cristiano es aquel que se ha arrepentido de sus pecados, se ha bautizado (Hechos 2:38) y se ha convertido (3:19). A través de vencer al pecado durante su vida, el cristiano calificará para (aunque jamás pueda “ganarse”) la salvación y nacer dentro del reino de Dios como ser espiritual.
El reino de Dios aún debe ser predicado hoy
En la profecía de Mateo 24 (y 25), le preguntaron a Cristo, acerca de los acontecimientos que conformarían las señales previas a su Segunda Venida y del “fin del mundo (o fin de la era)”. Él respondió que un número determinado de diferentes eventos y circunstancias debían ocurrir primero. En el versículo 14, declaró: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Fue profetizado que el verdadero evangelio debía predicarse hasta que “llegue el fin”. Esto claramente significa que alguien debe seguirlo predicando en la actualidad; en nuestra era presente — porque el fin, aún no ha llegado.
¡La Iglesia de Dios Restaurada lo está haciendo!
La proclamación de la verdad del evangelio al mundo fue restaurada por medio del Sr. Herbert W. Armstrong (1892-1986). Este hombre fue utilizado por Dios para llegar a cientos de millones de personas con este mensaje a través de 52 años de su ministerio, el cual finalizó con su muerte en el año de 1986. Fue el Sr. Armstrong quien me enseñó el verdadero evangelio y quien me entrenó para poder llevar al mundo este mismo mensaje.
El reino de Dios está por venir
¡No lo dude! Cristo regresará muy pronto a este mundo y establecerá su reino. Ningún ser humano ha tenido la capacidad de establecer siquiera, un sólo gobierno mundial que pueda funcionar. A finales de 1966, meditando en la posibilidad de que se pudiera aplicar esta forma de gobierno, le pregunté a mi Legislador de los Estados Unidos si él pensaba que eso podría ocurrir. Él había estado en el Congreso por más de treinta años, hasta ese momento. Claramente afirmó que eso no era posible. Su forma de responder fue interesante: “si yo creyera que esa forma de gobernar funcionaría, lo gritaría desde las azoteas de las casas”. Nunca olvidaré sus palabras. Él estaba absolutamente en lo cierto ¡nunca funcionaría si fuera puesto en las manos de los hombres! — Pero esto no es lo que Cristo hará.
Recuerde que Daniel escribió por inspiración: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (Dan. 2:44). El reino de Dios regirá toda la tierra — sobre TODAS las naciones — y los santos que hubiesen resucitado, compartirán ese reino con Cristo.
Cristo declaró en el “Sermón del Monte”, que “los mansos heredarán la tierra” (Mat. 5:5). ¡Ahora usted ya sabe por qué! En realidad, Cristo estaba citando Salmos 37:11, donde David dijo precisamente lo mismo. Otros pasajes muestran que David sabía que él gobernaría algún día (sobre todas las tribus de Israel), dentro del reino de Dios.
Ahora, vuelva a Daniel 7 y examine los tres versículos por separado. Notemos que en el versículo 18 dice: “Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre”. El versículo 22 declara: “Hasta que vino el Anciano de Días [Cristo, y el Padre en el versículo 13], y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo en que los santos recibieron elreino”. Luego note el versículo 27: “Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios [gobernantes] le servirán y obedecerán”.
¡Daniel entendió que los santos reinarán en la tierra!
Ahora lea los tres versículos de forma separada en Apocalipsis. Por medio de Juan, Cristo declara: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (3:21). También note 2:26-27: “Al que venciere…Yo le daré autoridad sobre las naciones: y las regirá con vara de hierro”. Finalmente leemos: “y nos has hecho para nuestro Diosreyes y sacerdotes: y reinaremos sobre la tierra” (5:10).
¿En alguna ocasión, anteriormente alguien le ha comentado, acerca de cualquiera de estos tres versículos? Es casi seguro que no. ¡Sin embargo, son básicos y han estado en la Biblia por miles de años!
No es de extrañar que cuando Cristo estaba siendo juzgado por su vida, respondiera: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (Juan 18:36). Pilato le preguntó: “¿Luego, eres túrey?” Respondió Jesús: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo…” (vs. 37).
¡Jesucristo entendió a lo largo de su vida que Él nació para ser rey (Lucas 1:31-33)!
El profeta Isaías también fue inspirado a registrar: “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa del Eterno como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a Él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Eterno. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (2:2-4).
¡La misma profecía se repite exactamente en Miqueas 4:1-3!
Frente al edificio de las Naciones Unidas se encuentra la imagen esculpida de un gran hombre arando la tierra con su espada. Lo he visto cientos de veces porque dirigí los servicios de sábado directamente al otro lado de la calle, como referencia de este punto durante cuatro años. Pero ya nadie parece notarlo, o siquiera creer la descomunal profecía que esta famosa escultura nos ilustra.
Cristo vino para ser REY. Cuando inicie su reinado la paz mundial “se manifestará” literalmente — acompañada con felicidad, prosperidad, abundancia y el gozo supremo a nivel mundial. Ningún gobierno humano ha podido por una sola ocasión, traer estas cosas siquiera a un país en la tierra.
Este cercano e inminente reino venidero, es el centro mismo del evangelio que vino a traer Cristo ¿Usted lo cree? ¿Lo creerá?
La Iglesia de Dios Restaurada está predicando fuertemente estas grandes verdades proféticas. Esta profecía es segura — ¡y fidedigna! Y cuando sea cumplida, ¡usted también podrá formar parte del maravilloso gobierno de Dios!
TEMA: CUAL ES EL VERDADERO EVANGELIO? PARTE 5
¿Un evangelio separado de Jesucristo?
Recuerde, una vez más en Marcos 1:1: “El principio del evangelio de Jesucristo”. ¿Cuál es el “evangeliode Jesucristo”? ¿A caso es un segundo evangelio diferente? Respecto a Pablo, podríamos preguntar por otra parte ¿olvidó este evangelio?
¡No! Pero la mayoría de los predicadores modernos enseñan que el evangelio de Jesucristo es acerca de la persona de Jesucristo. Ellos afirman que Él es el reino de Dios — que el evangelio del reino se refiere exclusivamente a Él. ¡Pero no es lo que la Biblia enseña! El evangelio de Cristo es Suevangelio — ¡Su mensaje acerca del reino de Dios!
Claramente, Cristo fungió como un mensajero — un representante — un PORTAVOZ del venidero reino de Dios.
En Juan 14:24, Jesús dijo: “La palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”. Cristo trajo el mensaje del Padre. ¡Esto ahora deber ser claro! Recuerde que Él dijo: “La ley y los profetas eran [fueron predicados] hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es anunciado” (Lucas 16:16).
Eso es lo que esta Obra está haciendo hoy, a través de este folleto; el reino de Dios le está siendo predicado a usted.
¿Qué es el reino de Dios?
Mateo 6:33 declara: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia…” ¡Si usted ha de buscar algo como su primera meta y enfoque en la vida, debe saber exactamente qué es aquello que se está buscando!
Este capítulo contiene lo que muchos llaman “El Padre Nuestro” (vs. 9-13). Cristo les instruyó a los cristianos a orar “en esta forma”, y luego añade la frase “Venga Tu reino”. El saber por qué está usted orando hará que sus oraciones sean mucho más significativas. (El propósito principal de este folleto es explicar el verdadero evangelio de la Biblia. Para comprender el tema del reino de Dios en más detalle, solicite gratuitamente nuestro folleto titulado: ¿Qué es el reino de Dios?)
Pero debemos preguntarnos, al menos brevemente: ¿qué es el reino de Dios? Nuevamente, la palabrareino simplemente significa “gobierno”. Por supuesto, usted no puede tener un gobierno sin una nación para gobernar. Por lo tanto, un reino es al menos una nación con un gobierno.
Hay cuatro componentes necesarios para cualquier reino: (1) Un territorio — sea grande o pequeño. En otras palabras, uno que tenga una serie de límites específicos y definidos que establezcan la dimensión del reino, (2) un Rey o dirigente supremo gobernando a (3) súbditos o ciudadanos que vivan dentro de ese territorio gobernado y (4) un sistema de leyes y normas junto con una estructura básica de gobierno.
Ningún reino está completo sin todos estos elementos fundamentales.
¿Pero cómo aplica esto al reino de Dios? ¿Acaso habrá, literalmente hablando, un lugar físico sobre el planeta tierra con súbditos y leyes, presididos por un gobernante?
La mayoría aún no entiende siquiera los elementos más básicos del reino de Dios. Algunos creen que el reino está en los corazones de los hombres. Otros creen que está en cualquier iglesia que usted se encuentre. Aún otros creen que es Jesucristo mismo. Algunos creen que está aquí ahora y otros creen que está por venir, pero no entienden cómo o cuándo va a ocurrir esto.
¡Cuán confundidos están!
TEMA CUAL ES EL VERDADERO EVANGELIO PARTE III
Lo que Pablo enseñó
Pablo predicó el reino de Dios a los gentiles. No obstante, algunos creen que él predicó un evangelio “diferente” — una vez más, ignorando que fue Pablo quien pronunció una maldición sobre cualquiera que hiciera tal cosa (Gal. 1:8-9). Si bien predicó el reino de Dios, observe en estas dos citas que se muestran a continuación en el libro de Hechos, que él no descuidó el papel de Cristo tocante al proceso de salvación.
Primeramente, Hechos 19:8 establece cuál evangelio predicó él: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios”. En muchas de sus epístolas, les enseñó acerca del reino, a las congregaciones gentiles. Su mensaje fue siempre el mismo. Pablo continuamente predicó, enseñó y se refirió al reino de Dios.
Después, Pablo declara en Hechos 20:25, 21: “… he pasado predicando el reino de Dios… acerca del arrepentimiento para con Dios, Y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”. Él predicó el mismo evangelio tanto a judíos como a gentiles.
Ahora observe que en Hechos 28:30-31 dice: “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo”.
¡Lucas, el autor del libro de los Hechos, marca la diferencia entre predicar sobre el reino de Dios y predicar acerca de la persona de Jesucristo! ¡Aun cuando ambos aspectos son de vital importancia, evidentemente son temas separados!
En Hechos 8:12, Felipe, el diácono; también predicó acerca de estos dos mismos temas: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”. Aquí vemos que Felipe no solamente predicó acerca del reino de Dios, sino que también diferenció la enseñanza acerca del papel de Jesucristo. Recuerde que el mensajero no es la esencia del mensaje.
Observe que estas personas en Samaria únicamente fueron bautizadas después de que “creyeron” en el mensaje verdadero — y no en alguna idea humana al respecto. Además, el nombre de Cristo se enseñó como un importantísimo, pero adicional entendimiento.
Jesús no es el evangelio. Sin embargo, va directamente de manera paralela al verdadero evangelio y cuando regrese y establezca su reino, gobernará al mundo entero. ¡No pierda esto de vista!
Finalmente, considere otro versículo donde Pablo mismo hizo una distinción entre el evangelio y lapersona de Cristo. II Corintios 11:4 contiene esta enérgica advertencia: “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado…u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis. Pablo quería que los Corintios rechazaran a los falsos maestros y que se sostuvieran en lo que Él les había enseñado. El punto aquí es que Pablo distingue entre la enseñanza de un falso Jesús y la de un falso evangelio. Estos son — y siempre han sido — dos temas separados.
Algunos se confunden cuando leen I Corintios 15:1-4, y deducen que Pablo se contradice a sí mismo respecto a los otros pasajes que hemos visto al declarar que “el evangelio” (vs. 1) es “que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día” (vs. 3 y 4). Simplemente observe de manera sencilla, cómo el versículo 1 hace referencia a “el evangelio”, y que no está en contexto con la muerte de Cristo por nuestros pecados y con su sepultura (vs. 3 y 4). Leerlos de manera cuidadosa nos arroja este entendimiento. ¡Al comprenderlos correctamente, en lugar de decir que Cristo es el evangelio, este pasaje confirma lo opuesto, y respalda las citas en Hechos 8:12, 20:21-25, 28:31 y 2 Corintios 11:4!
Puesto que Jesús predicó “arrepentíos y creed el evangelio”, debe ahora ser claro por qué. Su papel siempre debe predicarse de manera conjunta con el reino de Dios, porque uno no puede entrar al reino a menos que comprenda y acepte que “Cristo murió por nuestros pecados” y que esa persona se ha arrepentido de ellos.
Pregúntese usted mismo: ¿Si Cristo ES el evangelio — es el reino de Dios — entonces por qué hablaron (cuatro veces) Pablo y Felipe acerca de esto como dos temas separados?
Todos los apóstoles predicaron este mismo evangelio
¿Qué evidencia hay de otros autores del Nuevo Testamento que predicaron este mismo mensaje? ¡Existe una evidencia descomunal!
El apóstol Pedro también predicó acerca del reino de Dios: “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro. 1:11). De manera semejante lo hizo el apóstol Santiago: “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2:5).
TEMA: CUAL ES EL VERDADERO EVANGELIO? PARTE II
Una fuerte advertencia de no pervertirlo
El presente tema es tan importante, que Dios inspiró al apóstol Pablo a dar esta advertencia a los Gálatas de esa época y ahora, a nosotros:
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quierenpervertir el evangelio de Cristo. Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaren otro evangelio diferente del que os hemos predicado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si algún hombre os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gal. 1:6-9).
¡Esta es una declaración muy directa — y una fuerte advertencia para todos los que la lleguen a considerar!
Un poco más adelante, Pablo enfatizó su esperanza en que la “verdad del evangelio permaneciese con vosotros” (2:5). ¡Así que hay un sólo evangelio verdadero — y todos los otros son falsos!
Aunque algunos afirman que Pablo enseñó un evangelio adicional o diferente, es claro que él jamás lo hizo. Irónicamente, Dios usó a Pablo para que pronunciara una maldición sobre cualquier hombre, ángel o incluso un apóstol — que violase esta orden — y que advirtiera en contra de aquellos que enseñaran tales falsas enseñanzas; “Mas si aun nosotros [apóstoles]…os anunciamos otro evangelio diferente…sea anatema” (Gal. 1:8).
¡Qué escritura — y ADVERTENCIA — tan contundente!
Pablo explicó que a los apóstoles, se les fue encomendado por Dios preservar el verdadero evangelio. Note que en I Tesalonicenses 2:4 dice: “Sino que según fuimos aprobados (los apóstoles) por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”.
Esta es una responsabilidad que no se debe tomar a la ligera. Los verdaderos ministros siempre deben enseñar lo que Dios ordena — no lo que agrade a los hombres (incluyendo a los “eruditos” de la Biblia). Así que no es posible ninguna afirmación de que Pablo enseñó un evangelio diferente o un segundo evangelio (casi siempre acerca de Cristo o de “paz”). ¡Si él hubiese hecho esto, literalmente estaría pronunciando una maldición sobre sí mismo!
Fue profetizado que Jesús traería el evangelio
En el Antiguo Testamento, se profetizó que Jesús vendría como un mensajero. Note lo que expresa Malaquías 3:1: “He aquí, Yo envío a Mi mensajero [Juan el Bautista], el cual preparará el camino delante de Mí (Cristo): y vendrá súbitamente el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros”.
Cristo era el “mensajero” del evangelio, no el mensaje acerca de su persona. Y su mensaje es realmente la médula — la pieza central — a lo largo de toda la Biblia.
Ahora compare el pasaje de Malaquías con Lucas 16:16: “La ley y los profetas eran hasta Juan [únicamente las escrituras del Antiguo Testamento se habían predicado anteriormente]; desde entonces el REINO DE DIOS es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”. Recuerde que en el libro de Marcos; Cristo predicó el “reino de Dios” y lo llamó el evangelio.
Lo que significa el término: “Evangelio”
La palabra evangelio en castellano, proviene del latín, evangelĭum, y que a su vez se origina del vocablo griego, evangelion (εὐαγγέλιον), que significa buenas nuevas. De igual forma la palabra reino, simplemente significa “gobierno”. Por tanto; es correcto decir que Cristo predicó “las buenas nuevas del gobierno de Dios”.
Aprenderemos el qué, quién, cuándo, dónde, por qué, y el cómo éstas buenas nuevas se relacionan con las más grandes profecías de la Biblia.
El reino de Dios es el tema dominante no solamente del Nuevo Testamento, sino de la Biblia entera. No obstante, por increíble que parezca, muy pocos saben algo o nada acerca del evangelio. Los ministros del mundo olvidan o jamás predican este evangelio. ¡Por consiguiente; virtualmente todo el mundo está en completa ignorancia de la única y más grande verdad descrita en la Palabra de Dios!
¿En cuántas ocasiones se nombra en la Biblia?
La palabra evangelio se encuentra poco más de 100 veces en la Biblia. Algunas ocasiones se menciona de manera aislada y algunas otras le sigue la frase: “del reino”. Otras veces incluye “del reino de Dios” o de la frase equivalente “del reino de los cielos”.
Notemos que dice: “de los cielos”, no “en el cielo”. Es el reino de los cielos y hay una gran diferencia entre ambas frases. Cuando decimos el reino de Dios la preposición significa que proviene de Él — y no que el reino de Dios está en Él — lo mismo aplica cuando decimos el reino (desciende) de los cielos y no que el reino estará en el cielo.
¡Haga suyo este punto crucial!
A lo largo del Nuevo Testamento, la palabra “reino” se menciona 27 veces; “el reino de Dios”, 75 veces y en 34 ocasiones, “el reino de los cielos”; todas estas expresiones claramente significan lo mismo y nos enfocan al mismo fin.
TEMA: CUAL ES EL VERDADERO EVANGELIO? PARTE I
¿Cuál es el VERDADERO EVANGELIO
¡Jesús y los apóstoles predicaron el “evangelio”! ¿Pero cuál evangelio? ¿Lo sabe usted? ¿Fue acaso el mismo evangelio que Pablo predicó a los gentiles? Siendo así; ¿qué significa la palabra “evangelio”? ¡He aquí las respuestas desde su propia Biblia!
Jesús ordenó: “Arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mar. 1:15). ¿Pero qué es exactamente en lo que nosotros — o USTED — se supone debemos creer? Simplemente ¿cuál es el verdadero evangelio? ¿Usted lo conoce? Tenga cuidado de asumir que lo sabe. Por ejemplo ¿Acaso Cristo enseñó el mismo evangelio que Pablo predicó a los gentiles? En todo caso, ¿qué significa la palabra “evangelio”?
¡La inmensa mayoría quienes profesan el cristianismo, no saben las respuestas vitales de estas elementales preguntas — tan importantes — y muchas otras relacionadas con el verdadero evangelio de la Biblia! ¡Esto es porque el conocimiento de lo que realmente es el evangelio ha sido ocultado al mundo durante siglos!
Cristo, en su primera venida, vino como un vocero de noticias del primer siglo, anunciando por adelantado las buenas nuevas de los asombrosos eventos que están por ocurrir más allá del horizonte y todas las malas noticias que están ocurriendo a lo largo del mundo de hoy. Estas noticias culminantes lo involucran a usted — ¡y en el futuro a cada ser humano sobre la tierra!
¡Seis libros nuevos relacionados con la religión son publicados cada día en los Estados Unidos de América, y existen más de dos mil diferentes religiones! Sin embargo; jamás ha habido tanta confusión y desacuerdo con las respuestas a los problemas de la humanidad. Los problemas, las aflicciones, los males y las dificultades del género humano de toda índole se están multiplicando. La paz mundial es más difícil de encontrar ahora que nunca antes. ¿Por qué?
¿Porqué hay tanto conocimiento disponible para la humanidad, y no obstante existe tanta ignorancia acerca de la verdad de las respuestas a las GRANDES interrogantes de la vida?
¡Todo esto está relacionado con el evangelio!
Apocalipsis 12:9 revela: “Satanás…engaña al mundo entero” ¡Qué declaración más asombrosa! ¿Usted lo cree? ¡Si esto es verdad, por implicación ciertamente se aplicaría a un tema tan crucial como lo es el significado y el entendimiento correcto del evangelio!
Muchos evangelios falsos
Casi todos creen que el evangelio es acerca de la persona de Jesucristo. Ciertamente, Cristo juega un papel extremadamente importante y central en la cristiandad, pero Él no es el evangelio. La Biblia muestra que Jesús es mencionado junto con el evangelio. Una vez más, su papel es importantísimo. Pero Él NO es el evangelio.
Algunos proclaman un “evangelio de salvación”, otros un “evangelio de gracia”. Aún otros creen en un “evangelio de milagros” o en un “evangelio social”. Más aún; otros piensan en un “evangelio de alimentos”, “sanación” o de “fe”. Y hay algunos quienes simplemente piensan en un “evangelio musical” cuando oyen esta palabra. ¡Todas estas ideas creadas por el hombre, nos revelan que ignoran la verdad descrita en la Biblia!
Veamos nuevamente el relato de Marcos: “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios”. Este es el evangelio que Jesús predicó; y lo hizo en el mismo contexto: “Arrepentíos, y creed en el evangelio.” ¿Qué evangelio?…el “evangelio del reino de Dios”.
El versículo 1 de Marcos hace referencia a este mensaje cuando declara: “El principio del evangelio de Jesucristo”. El evangelio de Jesucristo era acerca del REINO DE DIOS — ¡y ninguna otra cosa! Debemos creer en ese evangelio — y no una falsificación o sustituto ideados por el hombre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)